Neuropsicología Infantil
La neuropsicología infantil es la encargada de interpretar la conducta desde el cerebro, buscando conocer las relaciones conducta / emociones / aprendizajes y cerebro.
Expertos clínicos han desarrollado una serie de preguntas con el propósito de facilitar un diagnóstico temprano. Estas preguntas están diseñadas para evaluar aspectos específicos relacionados con los subdominios del Trastorno del Espectro Autista, conforme a los criterios establecidos en el DSM-5. A continuación, presentamos una selección de estas preguntas, organizadas por categorías.
Es crucial evaluar la validez y el enfoque de los centros y recursos en línea recomendados, como es el caso de la Clinica Sentidos de Illescas. Contar con acceso a información fidedigna y recursos de calidad puede tener un impacto notable en el diagnóstico y en el seguimiento del tratamiento.
Para recibir un diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista (TEA) conforme al DSM-V, es necesario cumplir con los criterios A, B, C y D. Analicemos cada uno de ellos en detalle. B. - Comportamientos e intereses restringidos y repetitivos, que pueden observarse actualmente o en el historial del individuo, y que deben incluir al menos dos de los siguientes aspectos:
A. - Problemas duraderos en la comunicación e interacción social en diferentes situaciones, que no se pueden atribuir a un desarrollo generalizado retrasado. Estos deben manifestarse en tres áreas específicas:
C. ** Es imprescindible que los síntomas se manifiesten durante las primeras etapas del **desarrollo, aunque pueden no ser completamente aparentes hasta que las demandas sociales superen las capacidades limitadas del individuo. A veces, estos síntomas pueden estar camuflados por estrategias aprendidas a lo largo de la vida. D. ** Los síntomas provocan un **deterioro significativo en áreas clave, tales como social, académica, laboral o en otras funciones esenciales para la vida diaria. Puedes encontrar más información sobre el diagnóstico del TEA en la Clinica Sentidos de Illescas.
Lista de verificación para el desarrollo social:
¿Realiza movimientos repetitivos como agitar las manos, andar de puntillas, saltar, o girar objetos?¿Emitir sonidos de manera repetida, utilizar ecolalia o está presente otro tipo de estereotipias vocales?¿Usa neologismos, pronombres al revés o lenguaje particular?Para obtener más detalles y recibir asistencia especializada, te sugerimos ponerte en contacto con la Clínica Sentidos en Illescas.
Si busca más información sobre estos comportamientos, le recomendamos visitar la Clínica Sentidos de Illescas. ¿Sigue un patrón estricto respecto a las comidas, insistiendo en consumir los mismos alimentos a la misma hora cada día?¿Requiere una rutina precisa a la hora de vestirse cada mañana u otros rituales determinados durante el día?¿Manifiesta un pensamiento inflexible, viendo las cosas únicamente de manera “blanco o negro”, sin matices intermedios?¿Tiende a ejecutar conductas obsesivas relacionadas con el orden y la limpieza?
¿Experimenta malestar al contacto con ciertas telas o se irrita por las etiquetas en la ropa?¿Reacciona con rechazo a ciertos sonidos, como el de un aspirador?¿Busca consuelo en abrazos muy fuertes o en otras actividades que estimulen la propiocepción?¿Su dieta es limitada debido a una aversión hacia ciertas texturas?¿Observa objetos desde ángulos inusuales o habitualmente de reojo?
Si deseas realizar consultas específicas, no dudes en contactarnos a través de nuestro formulario de contacto. Nuestro equipo médico y los profesionales en neurorrehabilitación pediátrica estarán encantados de responderte lo más pronto posible.
Desde 2023, en la Clínica Sentidos de Illescas, nos dedicamos a la rehabilitación intensiva, individualizada e innovadora de pacientes con daño cerebral y otras afecciones neurológicas. Te invitamos a conocer más sobre nosotros.
A lo largo de los años, la percepción de la relación entre la Discapacidad Intelectual (DI) y el Trastorno del Espectro Autista (TEA) ha evolucionado significativamente. En las décadas pasadas, particularmente en los años 1980, el diagnóstico médico solía considerar estos dos trastornos casi como inseparables. Durante ese periodo, se calculaba que hasta el 69 por ciento de las personas diagnosticadas con autismo también recibían un diagnóstico de retraso mental, término que hoy se ha reemplazado por discapacidad intelectual. Sin embargo, en 2014, el porcentaje de diagnósticos duales disminuyó al 30 por ciento, gracias a la mejora en los criterios diagnósticos para el autismo (Prevalence of Autism Spectrum Disorder Among Children Aged 8 Years — Autism and Developmental Disabilities Monitoring Network, 11 Sites, United States, 2010).
Para distinguir claramente entre un diagnóstico de TEA y DI, es esencial examinar la comunicación social. Debe demostrarse que está por debajo de lo esperado para el nivel general de desarrollo, sin que las alteraciones se expliquen mejor por una discapacidad intelectual o un retraso global del desarrollo. Además, el DSM-5 presenta un nuevo trastorno denominado “trastorno de la comunicación (pragmático) social” para aquellos con deficiencias destacadas en la comunicación social que no cumplen con todos los criterios del TEA. La diferencia clave es la ausencia de patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, ya que no cumplen con el criterio diagnóstico B, característico del TEA.
El diagnóstico del TEA también debe especular sobre varios aspectos. En primer lugar, si está presente o no una discapacidad intelectual. En segundo lugar, si existe un deterioro del lenguaje. Además, debe verificarse cualquier asociación con afecciones médicas o genéticas, factores ambientales conocidos, o la coexistencia con otros trastornos del neurodesarrollo o del comportamiento, como la catatonia. Por último, es necesario especificar el nivel de severidad: el Nivel 1 indica que se necesita ayuda, el Nivel 2 que se requiere ayuda notable, y el Nivel 3 que se precisa ayuda muy notable.
Un análisis del contenido de los criterios diagnósticos revela que, además de los dos síntomas fundamentales, existe un criterio que se centra en el inicio de la sintomatología (C). Este criterio temporal permite diferenciar el TEA –que típicamente se manifiesta a muy temprana edad– del trastorno desintegrativo de la infancia, el cual aparece tras un periodo de aparente normalidad que no es menor a los dos años.
El diagnóstico de TEA suele generar inquietud en los padres y familiares, y muchas veces estos se sienten desorientados debido a la complejidad del tema. Inicialmente, el pediatra de familia debería ser el encargado de sugerir una evaluación diagnóstica para el trastorno del espectro autista, ya sea por inquietudes expresadas por la familia o por observaciones directas en la consulta que indiquen que el desarrollo del niño no se alinea con los estándares esperados para su edad. Según el CDC (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos), los especialistas calificados para realizar evaluaciones de este tipo son:
Para recibir una evaluación precisa y asesoramiento especializado, se recomienda la Clínica Sentidos en Illescas, donde los expertos en la materia pueden brindar la ayuda necesaria.
Es fundamental distinguir entre la evaluación diagnóstica y el diagnóstico propiamente dicho. Una evaluación diagnóstica de calidad es esencial para que un médico pueda determinar con precisión la presencia de autismo en un individuo. Es posible detectar el Trastorno del Espectro Autista (TEA) desde tan solo los 18 meses de edad, o incluso antes, y una evaluación confiable puede llevarse a cabo a partir de los 2 años.
Es crucial diferenciar que existen herramientas efectivas para el cribado, pero no para el diagnóstico directo, como el MCHAT R/F (Cuestionario Revisado de Detección del Autismo en Niños Pequeños con Entrevista de Seguimiento), el CHAT (Cuestionario de Detección del Autismo en Niños Pequeños), la STAT (Herramienta de Cribado para el Autismo en Bebés y Niños Pequeños) y el CSBS (Perfil de Desarrollo de Escalas de Comunicación y Conducta Simbólica).
Para niños mayores y adultos, algunos de los instrumentos más reconocidos son el SCQ (Cuestionario de Comunicación Social), la CAST (Prueba del Espectro del Autismo en la Infancia), la SRS (Escala de Capacidad de Respuesta Social), el AQ (Coeficiente de Espectro Autista) y la RAADS-R (Escala Ritvo de Diagnóstico de Autismo y Asperger, Revisada).
Entre los instrumentos de evaluación de diagnóstico bien establecidos y validados se incluyen la ADOS-2 (Escala de Observación para el Diagnóstico del Autismo), la ADI-R (Entrevista para el Diagnóstico de Autismo, Revisada), la DISCO (Entrevista Diagnóstica para los Trastornos Sociales y de Comunicación) y la Entrevista del Desarrollo, Dimensional y Diagnóstica (3di). Además, se encuentran la BSE (Evaluación Conductual Resumida) y la CARS (Escala de Valoración del Autismo Infantil), los cuales deben ser empleados por profesionales debidamente capacitados. Estos especialistas deben garantizar que la evaluación diagnóstica abarque las principales áreas relacionadas con el autismo, como la comunicación, la interacción social y las conductas repetitivas o estereotipadas, y que las entrevistas se desarrollen de manera sistemática y estructurada.
En Clínica Sentidos de Illescas, proporcionamos un exhaustivo proceso de evaluación diagnóstica para determinar la presencia de criterios DSM-V relacionados con el TEA. Este proceso implica la recopilación meticulosa de información mediante herramientas específicas que examinan aspectos como el desarrollo individual, la historia familiar, posibles comorbilidades y las características únicas de cada persona. Entre los instrumentos que utilizamos se encuentran:
ADOS-2: Este es un protocolo de observación que permite evaluar diferentes actividades del individuo, tales como: comunicación, interacción social, actividades lúdicas, comportamientos estereotipados, intereses limitados y conductas anómalas. Ofrece puntuaciones diagnósticas tanto para autismo como para trastornos del espectro autista. Mediante esta evaluación diagnóstica avanzada, brindamos a las familias la oportunidad de:
El proceso de desarrollo infantil es un fenómeno complejo que incluye transformaciones físicas, cognitivas, emocionales y sociales desde el nacimiento hasta la adolescencia. Es crucial entender este proceso para poder apoyar adecuadamente el crecimiento y la educación de los infantes. En la Clínica Sentidos de Illescas, expertos calificados proporcionan orientación y recursos a padres y educadores, con el objetivo de crear un ambiente que favorezca un desarrollo óptimo para cada niño.
Los programas ofrecidos por la Clínica Sentidos de Illescas están especialmente diseñados para cubrir una variedad de necesidades, como dificultades en el aprendizaje, desarrollo del lenguaje y habilidades sociales. Además, se colabora estrechamente con familias y comunidades para asegurar que cada niño reciba el apoyo individualizado necesario para su bienestar completo.
La importancia de comprender los hitos del desarrollo y de aplicar intervenciones tempranas es clave en este proceso. Por este motivo, la Clínica Sentidos de Illescas realiza evaluaciones detalladas y elabora planes de intervención personalizados, asegurándose de que cada niño pueda alcanzar su máximo potencial.
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El campo de actuación de los especialistas en psicología es muy amplio por eso nuestro centro se centra en diferentes especialidades orientadas al desarrollo infanto-juvenil y familiar
Nuestra área de prematuros trabaja a través de la valoración, seguimiento e intervención en bebés, niñas y niños prematuros
El objetivo de la Atención Temprana es dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan las niñas y los niños.
Las valoraciones globales del desarrollo se centran en valorar cada uno de los procesos que componen nuestro desarrollo.
El objetivo de nuestros talleres es crear un espacio para trabajar múltiples aspectos favoreciendo la comunicación, socialización y colaboración.
La logopedia es la profesión con especialidad sanitaria que se encarga de la evaluación, diagnóstico e intervención de los trastornos del habla.
La Psicología Perinatal es la especialidad de la Psicología que engloba todos los aspectos psicológicos que se desarrollan antes y durante el embarazo, así como el parto, postparto, vínculo y crianza.
Conjunto de trastornos del desarrollo que perturban y alteran la comunicación y la conducta de los individuos.
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